viernes, 2 de mayo de 2008

BOLLITOS ENROLLADOS



Es una receta de Atina, y están buenísimos.
Ingredientes:

* 25 grs. levadura prensada
* 125 grs. mantequilla * 200 ml. leche
* 100 grs. azucar
* 1 cda. azucar vainillada
* 2 huevos
* 600 gramos de harina

Poner la mantequilla con la leche 3 min, 40º, vel. 1 . Añadir la levadura y mezclar unos segundo a vel. 5. Añadirle los azucares, los huevos y la harina en dos veces. Primero se mezcla unos segundos a vel.5,
despues de pone la otra mitad de la harina y se vuelve a mezclar a vel.5 otros cuantos segundos.
A continuacion se pone 3 min. vel espiga.
Yo los he dejado levando en el vaso dos horas. He hecho los bollos y luego los he dejado en el horno 50 minutos a temperatura 50, porque tenia prisa y esto hace que leven antes.
6. Hornear en horno precalentado a 250º, 10 minutos.
7. Pinta los enrollados recien sacados del hornos y en caliente con la mantequilla derritida y rebosar en azucar.
Dejar enfriar en una rejilla.
NUEVO CRUCE EN EL CAMINO
Tienes razón, este blog me da mucho más de lo que yo le doy a él. Y va seguir haciéndolo. Como siempre...tienes razón una vez más.
Estos bollitos lo hice para desayunar con un amigo el jueves por la mañana. Los rellené de chocolate.
Luego, tuve un día de lo más...interesante. Eso no quiere decir que la noche y la mañana no lo fueran.
Después de venir de la playa, me llamo mi amigo Paco . Ya he hablado de Paco en alguna ocasión ( ver http://pandulcesyotraspalabras.blogspot.com/2007_09_01_archive.html )junto a las bolitas de zanahoria.
Es un personaje. Paco lidera una pandilla de lo que yo denomino, "gente sin par que busca par", pero que son gente salaísima ( gracias Pablo, que haría sin ti, acabo de editar porque había puesto gente saliisima, y él me lo ha corregido) con la que salgo de vez en cuando. Hay personas de todas las edades y profesiones y es un grupo muy enriquecedor. Paco me dejó un poco intrigada porque me invitó a cenar a casa de su hermana, la cual también es amiga mía, me dijo que habría allí un conocido mío que tenía muchas ganas de verme. La verdad es que me dejó intrigada. Y allá que me presenté yo con mi tarta tres chocolates (puedes ver la receta en este blog en entradas antiguas). Bueno me intrigó porque me dijo que ese alguien leía a diario mi blog y este "había cambiado el concepto que tenía de mí". Rarísimo...
Yo estaba muerta, como casi siempre... pero fui. Ayyyyyyy mi curiosidad.
Cuando lo ví allí no podía creerlo. De estos momentos que tú dices, tierra trágame.
Normalmente las personas que están a mi alrededor me reclaman lo difícil que es discutir conmigo. Siempre razonándolo todo y siempre buscando el dialogo. Pero el chico que tenía delante...como que no conocía esa parte de mí.
Conocí a Sergio, en el materno infantil, hace algunos años. Cuando yo contaba cuentos en onconlogía. Era un proyecto muy bonito que pusimos en marcha una compañera psicologa de la asociación contra el cáncer y yo. Sergio era en ese momento, alguien que se interesó, no recuerdo porque medio llegó, por el proyecto. Solo nos vimos una vez, en el hospital y otra en una cafeteria de donde me levanté y me fui.
Y ahora lo tenía ahí delante sonriendome. ¿Es qué no me pueden pasar a mi cosas normales?
Sergio y yo teníamos puntos de vistas diferentes sobre la infancia, la muerte y el proceso de enfermedad. Y sobre muchas cosas más que quedaron patentes. Discutimos fuertemente. Sin gritos, ni alteraciones, pero si con argumentos sólidos y potentes. Tan potentes que me levanté y me fui.
Y ahora, anda que no, lo tenía allí y encima...leía mi blog. Que situación más embarazosa.
Suerte que había 6 personas más. Y suerte que sentó alejado de mi en la mesa. Pero que va...la guerra empezó en el primer comentario. Entonces, ahora me estoy riendo, pero vaya malrato que pasé, sobre todo cuando empezó a dispararme.
Y vaya que lo hizo... todas las personas de la habitación me miraban incrédulas, como diciendo "chica como puedes tratar a un hombre como este así", bueno alguna no me lo dijo con la mirada precisamente. Pero yo solo me limitaba a devolver respuestas con argumentos que el me daba (cosa que he aprendido recientemente de un persona que quiero mucho).
¿Habéis visto alguna vez esos partido de tenis interminables, con una tensión horrorosa que no puedes dejar de mirar? Pues ahí estabamo Sergio y yo. Pasando los balones de un lado a otro. Y ... aunque se que hay alguien pensado por ahí, que le di una paliza por goleada, no. No se la dí. Creo que no pasé de un triste empate.
Sergio es psicólogo, con cierta tendencia a lo cognitivo. Yo soy más ecléstica y moderada. Hablamos de dos temas fundamentales. La educación, donde evidentemente le tumbe. Y de las relaciones. Donde me dejó fuera de juego. Todavía estoy asimilando el proceso, porque me cuesta. Me derrumbo muchos argumentos con tanta claridad que me abrumó. Tengo que madurarlos,pero creo que he aprendido mucho. Y que tengo que modificar algunos planteamientos de mi vida con esos aprendizajes.
Lo que es muy positivo. Además la agresividad de Sergio provoca en mi todo lo contrario, un sin fin de paz y tranquilidad.
Hasta las seis de la mañana estuvimos casi monopolizando la conversación. Bueno de vez en cuando Paco pasaba con la botella de whisky, rellenando vasos. Afortunadamente Sergio no bebió, porque también aprendí recientemente que con el alcohol las personas dejan de tener reflejos rápidos y hábiles. Y a veces pierden cosas esenciales como el respeto en relaciones básicas elementales, confundiéndolas o queriéndolas confundir con reacciones ante un estímulo concreto.
Cuando llegué a casa yo estaba más cansada mental que físicamente. Y eso ya era difícil con lo poco que había dormido el día anterior. Pero tenía clara una cosa.
No me gusta que me ganen.

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