jueves, 24 de abril de 2008

PAN RÚSTICO


Hoy recibido tres mensajes privados preguntandome casi lo mismo.
Así que voy a contestarles aquí.
Mi trabajo es de maestra, pero no a jornada completa. De maestra solo tengo 16 horas. Las otras nueve soy bibliotecaria en el mismo colegio. Aquí es donde cuento cuentos( Luisa algunos son míos, otros no). Ocasionalmente cuento cuentos en todos los rincones, en librerías, fiestas privadas, colegios, bibliotecas... pero cada vez menos. En el cole tengo la oportunidad de contar cuentos cada día y eso me mantiene en forma .
Empecé hace mucho tiempo. Creo que desde que empecé a hablar. Narrar me encantaba, y me inventaba cada historia...
Mi madre me cuenta que al principio se asustaba, porque pensaba que eran historias reales, y que yo corría mucho en la vida.
Mi primer cuento escrito fue con cuatro años. Y era una historia de una ropa tendida que siempre estaba mojada. La vecina contrató un detective y ... encontró el culpable, las ventanas de la vecina de arriba estaban resfriadas.
Escribir me encanta. Pero en definitiva soy una apasionada de la vida. Me encanta disfrutarla.
Las manualidades es otra de mis pasiones. Hacer anillos, pintar cristal, todo lo que tenga que ver con las manos.
La pastelería como ya sabeís también.
Y pasear. Pero no pasear un ratito, no. Dedico cada fin de semana como mínimo diez horas a pasear. Suena mucho pero es un placer.
Un chico me preguntaba porque estoy sola siendo tan apañá. NO tengo respuesta a eso. Supongo que no es tan fácil encontrar a la persona adecuada. Y si la encuentras no es tan fácil que ella te encuentre a ti.
Pero espero estar muchooooo tiempo en el mercado, como dice mi hermana.
Hoy un alumno que es un bicho, me decía "seño, esto de ser mayor no me gusta, porque cada vez tengo que hacer más cosas y jugar menos, y mi madre to el rato dice ya eres grande ya eres grande, po yo me voy a quedar chico". Más o menos eso es lo que ha pasado a mi. Que dentro de mi, me quedé pequeña.
Por eso, los niños ven en mí a la niña, no a la adulta y me pasan esas historias que me pasan.
HOy me he acordado de una, porque hablaba con un amigo, de una caja de galletas.
Es una caja de galletas del principito. Que tiene una historia preciosa.
EStaba de vacaciones en Bélgica, y fuimos a visitar una tienda tématica del principito. Estuve mirando cosas y entre ellas la lata. Compré cinco regalos. Pero no me lleve la lata, aunque dudé mucho. La dueña de la tienda estaba acompañada de un niño de unos ocho años que me miraba. Yo le sonrí un par de veces. Compré mis cosas y salí de la tienda. Al salir me entretuve un momento mirando el escaparate, y cuando nos alejabamos de la tienda, el niño vino corriendo y me ofreció la lata. Yo miré la puerta de la tienda y la madre que estaba en la puerta asintió con la cabeza. No entendí muy bien lo que me dijo pero le di un beso y un abrazo. El chico hizo como que se desmayaba y los que venían conmigo echaron a reir a carcajadas.
Salí andando por la calle mirando la caja incrédula, pensando que esas son las cosas bonitas que hacen que esta vida tenga sentido.
NO hace mucho me pasó una cosa parecida, pero mucho mas embarazosa.
En una gran jugetería, mientras envolvia un regalo un niño de unos tres años se agarró a mi pierna. Y yo ni lo vi. Pero no podía soltarlo. Parecía que lo estaban matando. La madre la pobre tiraba del niño. Pero el niño que no. Que se venía conmigo. Al final tuve que llevarlo al coche. Hasta me dio pena a mi dejarlo ir...


Este es el pan que viene en el libro básico.
Edito la receta mañana que hoy ya no puedo más.
Gracias por pasear un ratito más en mi mundo...


Atención a la niña.
Buenisimo.

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