jueves, 24 de abril de 2008

ALFAJORES ARGENTINOS











Creo que es la receta más conseguida hasta ahora, el olor que me dejó en la casa es inigualable. La textura... pa atras, se deshace literalmente. Están más que buenos. Es un dulce diferente a los nuestros, en sabor y en textura.

No puedo hablar de dulce de leche y no acordarme de alguien. De José carlos.
Le gusta tanto casi el dulce de leche como a mi. Y es tan goloso casi como yo. Es cuestion de genes.
José Carlos ha sido sin duda unas de las personas más importante en mi infancia y mi adolescencia. Para mi fue el hermano que nunca tuve. Estabamos tan compenetrados que podiamos pensar en la cabeza del otro. Si había un chico nuevo, tan solo con verlo el sabía si me iba a gustar o no. Creo que ha sido la persona con la que más juegos y travesuras he compartido. De pequeña y no tan pequeña.
Tengo muchas anécdotas con él. Luego las editaré que ahora tengo que entrar a clase y no me da tiempo.
Una vez me defendió. Como no podia hacerlo con las manos, porque tenía una bolsa llena de una importantisima arena del parque, le tiro un impresionante bocado en la cabeza a la niña que quería agredirme. Sin duda una forma de demostrar que siempre estaba a mi lado.
Otra vez rompimos un cristal con una naranja y corrimos como locos. Y como yo corría menos, para que no me cogiera el me llevaba de la mano. Tiraba de mi y yo tenía la sensación de ser un dibujo animado de esos que se les mueve las piernas como si fueran ruedas.
Otra vez hicimos palomitas, siendo muy muy niños, porque mi tio no nos hacía mucho caso y olvidamos poner la tapa. El manejaba el fuego y yo la sartén. Pero la tapadera era mucho pensar ya para unos crios. Al principio fue divertido eso de que saltaran. Hasta que empezó a quemar.
Mi primo es una persona noble, que te mira y sientes esa sensación de paz. Nunca le vi hacer mal a nadie, ni una pizca. Y siempre estaba ahí para llevarme o a compañarme donde yo quisiera.
Soy lo que soy porque en mi infancia y mi adolescencia el estuvo ahí. En la sombra. Escuchandome y protegiendome sin que casi me diera cuenta.

Por supuesto que algunos de estos alfajores son para él.
Porque lo quiero muchísimo más de lo que el imagina. Y porque los va a disfrutar tanto como yo.

La receta es una chica argentina a la que le doy las gracias. De todo corazón por el descubrimiento de la receta. Copio sus explicaciones que me fueron también con su permiso. El nombre de la chica es Grachu. Muchas gracias.

1.- Colocar en el vaso la maicena, la harina, el azúcar glas, el polvo de hornear
2.-Mezclar los ingredientes primero con la espátula y luego unos segundos a velocidad 5
3.-Una vez que están mezclados homogéneamente, le agrego la escencia de vainilla , las yemas y la manteca (ojo, es manteca y no margarina! Además la manteca debe estar totalmente blanda)
4.-Mezclo primero a velocidad 6 ayudandome con la espátula ya que al no haber líquido se pega a las paredes
5.-Luego unos minutos a velocidad espiga, también me ayudo con la espátula.

Ingredientes:
400 grs de Maicena
100 grs de harina
200 grs de manteca
150 grs de azúcar glas
2 cucharadas de levadura
2 cucharadas esencia de vainilla
200 grs de dulce de leche
50 grs de coco rallado
6 yemas

2 comentarios:

  1. muy buenas las recetas, excelente blog¡¡¡ Mucha suerte¡¡

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  2. Muchas gracias Rocío no se si nos conocemos... pero eres muy amable.

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Muchas gracias por tu comentario.
Me encanta saber que estas al otro lado y que me lees...

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