domingo, 20 de abril de 2008

MUFFIS DE CERVEZA NEGRA


Anoche fue una noche rarísima.
Después de quedar y desquedar con varias personas, Javier y Ana me llamaron para ir a cenar a su casa.
Javier y Ana son hermanos y son los hermanos más raros del mundo. Al menos, son los únicos hermanos del mundo que comparten móvil, casa y si se descuidan cepillo de dientes. Son los únicos hermanos que conozco que nunca pelean y que después de independizarse se dieron cuenta que se hacían falta el uno al otro.
Conocí a Ana en un curso de animación. Ha sido la alumna mas divertida que he tenido nunca. Lo más curioso es que ese curso lo dí en Sevilla y ella fue hasta allí de pura casualidad para hacerlo.
Me llamaron por una sencilla razón, iban a su casa tres amigos solteros ( que por lo visto es una especie en extinción según ellos) que querían conocerme.
Empiezo a estar preocupada por esto. Si todos mis amigos y amigas se empeñan en presentarme, buscarme citas a ciegas, y cosas varias, tienen que tener un motivo común. O creen que no soy capaz de buscar por mi misma personas del sexo contrario para relacionarme, o temen que me quede sola y no puedan aguantarme. Tendré que reflexionar sobre eso. Aunque también que tengo que reconocer que gracias a estas citas tan extrañas estoy conociendo gente muy valiosa, que seguramente no es lo que mis amigas esperan, pero si que se están quedando en mi vida.

Bueno pues antes de marcharme, cuando empezaba a arreglarme, mande un mensaje a Javier para que no me recogieran. Me habían dado una noticia triste, de esas que no quieres escuchar, pero por ley de vida ocurren y te cogen de espalda, totalmente desprevenida.
Mis amigos aseguran que el mensaje no llegó y aquí que se plantó Ana. Y yo tenía los ojos como fuentes y el corazón aplastado como un trocito de césped recién pisado.
Ana me conoce muy bien y sabe que me cuesta mucho hablar cuando siento dolor. Asi que se marchó, no sin antes decirme que mañana me recogerían para acompañarlos al campo.
No había pasado ni media hora cuando sonó le portero.
Era Javier.
Quiero Muffis, dijo.
Yo no tenía ganas de ver a nadie y solo quería estar sola. Pero Javier es una de las personas mas seductoras, embaucadoras y engolosadoras de este mundo. Esta última palabra creo que la inventamos mis amigas y yo para él. Ninguna mujer, tenga la edad que tenga, es capaz de negarle nada a Javier. He visto niñas de 5 años llorar a grito partido por quedarse unos minutos más con él. Y he visto ancianitas que hubieran dado su pensión y la de su marido por tomar un trozo de tarta a su lado( esto es otra historia).
Javier es el tipico hombre que hace todas las mujeres se giren. No porque sea especialmente guapo, pero tiene un encanto que se despliega en cada paso que da.
Cada vez que tiene una cita importante con una chica y la invita a cenar a casa, me hace preparle todo el menú. Me cuenta como es, donde la ha conocido y diseñamos un menú para ella. Y luego le cuenta a la chica como ha preparado ese plato para ella. El dice que no miente, solo oculta la verdad. Juzgen ustedes mismos.
Yo se lo preparo sinceramente porque no tengo más remedio. Tiene un par de fotos mías,con las que puede hacerme chantaje a granel. En una estoy desnuda boca abajo en la cama de mi madre, con cuatro meses de edad. Y tiene otra de la que no quiero ni acordarme...una de esas fotos que no se le perdona a los padres que te hagan cuando eres pequeña.
Es bonito tener a alguien junto a ti en los malos momentos. Es bonito que te abracen y te digan mi niña no llores más. Pero cuando esa persona ha dejado todos sus planes, sus amigos en su casa ( y hoy me he enterado que también dejo a una chica lindisima que esperaba sus atenciones), para venir a simplemente, acompañarme, es mucho más bonito.
Me hizo jugar al monopoli imaginario, y mil juegos más que ni que me acordaban que existían. Me arrancó una sonrisa e incluso, hizo que me sintiera la mujer más afortunda del mundo.
Como iba yo a negarme a hacerle los muffis. Y más cuando me los pedía con esa cara de corderito manso.
Y allí estaba yo a las dos de la mañana dando vueltas como tapar la termomix para que no despertara a los vecinos. Cosa que podría desembocar en que todos quisieran muffis.
Javier me contó muchas cosas graciosas que circulan por internet y que poco a poco iré colgando.

Y estos son sus muffis.
Muffis de cerveza negra...es que a esa hora...era lo que pegaba.
A las cuatro de la mañana estabamos comiendo muffis nos comimos cuatro cada uno. De un asalto. Bueno yo me dí cuenta que desde medio día no había probado bocado y no había comido más de medio plato de cus cus vegetal (olvidé darte las gracias por la comida JM,muchas gracias)


Ingredientes:

400 gramos de harina
250 de azúcar
100 mantequilla
1 cucharada de canela
1 pizca de clavo molido
1 cucharada de bizcarbonato
1 sobre de levadura
2 huevos
250 gramos de cerveza negra.


Mezclar todos los ingredientes 40 segundos velocidad 4.
Meter en el horno 30 minutos a 180 grados. Al menos en mi horno...

2 comentarios:

  1. hola me encanta tu blog ...me he reido mucho con tus historias y eso alegro mi tarde ...soy del otro lado del mundo y te prometo que voy a hacer alguna de tus recetas y te digo como me salio...un beso...y sigue contando historias de tu vida que me parecen geniales.

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  2. Nunca habia entrado a tu espacio, sos maravillosa.

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Muchas gracias por tu comentario.
Me encanta saber que estas al otro lado y que me lees...

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