A mi padre le encantan los roscos de vino.
Busqué una receta y como ninguna me complacía adapté varias. Y la verdad es que me quedó muy parecido a la de Auro, que la encontré justo después de hacer los míos.
Han salido muy buenos. Como no me fiaba de que estuvieran tan buenos como a mi me parecían que estaban se los dí a probar a mi tía. Se comío medio para probarlo, pero luego tuvo que volver por la otra mitad.
Y el experto ha dado su aprobación ha dicho que estaban buenísimos.
Y mi madre, no puede comerlos hasta dentro de unos meses... ha dicho que es un delito que yo haga estas cosas hasta que ella pueda comerlos.
Pero yo estoy afandosa con mi curso de pastelería y no quiero parar....
En toda la semana he tenido un momento para escribir, pero estos roscos los hice para mi padre, para su santo el 4 de octubre.
Mi madre se llevó 4 a casa de mi tío, que llegando de madrugada los encontró y se los comió de golpe. Todavía el y su estómago se están acordando de mi...
Ingredientes:
Ingredientes 1 Kg. De harina
250 gr. De azúcar glass
30 ml. de Anis
400 ml De aceite de oliva virgen extra (frito)
60 ml de De vino dulce de Málaga
40 gr. ajonjolí tostado (sésamo)
Azúcar glass para después.
Tostar en una sastén el aceite con el ajonjolí.
Mezclar los demás ingrientes y añadir el aceite.
Dar forma con dos cortadores, uno grande y otro pequeño.
Yo los metí en el horno a 180 hasta que los vi dorado.
Rebozarlos fue una odisea para que cogieran el azúcar como en los roscos comprados. Esperé que se enfriaran y luego pegandoles golpe sobre la azúcar mas o menos se fue pegando.
