El cuento del domingo siempre llega el lunes.
Me he pensado muy mucho, muchísimo publicar este cuento. Pero me lo ha pedido Victor y no puedo negarme, no voy a echarme atrás, por el simple echo de alguien pueda confundir un cuento con la realidad, es algo que siempre pasa, inevitablemente.
Este cuento está escrito hace nada más y nada menos que 5 años.
Y lo escribió mi amigo Victor. A mi me encantó cuando me lo leyó una mañana gris en Londres. No teníamos luz porque habíamos olvidado ir a comprarla. Es que allí tenías que comprar una tarjetas rarísimas para cargala.
Habíamos hecho una paella para desayunar. Desde que llegue a esa casa, toda las mañana se comía paella para desayunar. Con huevo cocido. No podía faltar el huevecito. Victor, después de comerse tres platos, y no poder más, llamó para no ir a trabajar. Todos los habitantes de la casa hicieron lo mismo. Y a la luz de las velas (sí, era por la mañana pero llovía a cantaros), pasamos todo el día contando cuentos.
Yo,ilusa de mí, pensé que iba a ser la protagonista del día. Pero mis amigos, 7 Ecuatorianos con una especie de duende andaluz, me dejaron alucinada.
Guardo en un rinconcito de mi corazón cada una de esas historias. Y aunque Mario sigue enfadado conmigo, porque no fui al bautiSMo de su hija, también los guardo a ellos.
Algo me hizo este fin de semana recordar esta historia.
Aquella mañana, Victor sacó un papel arrugado, con alguna que otra mancha amarillenta y empezó a leer esta historia:
Aliceground@hotmail.com para mariayyo@hotmail.es
Hola guapa:
Sí, tienes razón es un chico estupendo.
Cuando estoy con él, creo que puedo encontrar cada una de las cosas que busco en un hombre. Pero…creo que no siente lo mismo por mí.
Ay María, para una vez que conozco a alguien que con una sola mirada me hace sentirme viva…
Viene a verme a veces al trabajo. Siempre casualmente y me deja un trocito de tarta de chocolate o una flor. Pero luego nunca me llama para ir al cine, o pasear.
Me desespera esa forma de alejarse. Esa presencia y ausencia constante.
No quiero llamarlo, no quiero alentar en mí la necesidad de tenerlo cerca. No quiero acostumbrarme a su piel. Y no quiero sentir que no es nada en mí vida.
Son tres meses ya…y si no ha ocurrido nada…
Es cierto, hemos salido algunas veces, y me he sentido muy cerca. Pero cada cercanía tiene un alejamiento en la misma proporción, días de ausencia que se me clavan en el alma.
Por lo demás todo como siempre, mi jefe llorando por el mes tan malo. Espero que tú te encuentres recuperada y puedas visitarnos pronto.
Te quiere.
Alice.
Pablomartin@hotmail.com para mariayyo@hotmail.es
Hola María:
Ya ves, sigo sin mucho que contarte, pero te escribo para que sepas que no me olvido de ti. Tienes razón, desde el día que vi a Alice no he podido quitármela de la cabeza.
Es como una obsesión. Intento analizarla, decirme a mi mismo que no es tan bonita, que no es tan perfecta. Pero es imposible.
En cada fiesta espero encontrármela. En cada calle espero verla pasar. La he invitado a salir algunas veces y me lo he pasado francamente bien. Pero luego, no encuentro ninguna muestra, no encuentro ninguna forma de acercarme, sin que me haga daño el rechazo. No quiero sufrir más. Demasiado dolor a mis espaldas.
Tengo que quitármela de la cabeza, lo sé, lo sé. Voy a intentar dejar de pasar por su trabajo. Al menos en una semana. Sólo para ver si tiene algún tipo de interés en mí. Tener algo de lo que tirar para agarrarme.
Estoy en ello.
Espero que tú tengas más avances con tu japonés.
Un beso.
Pablo.
Aliceground@hotmail.com para mariayyo@hotmail.com
¿Estás bien?
No sé donde te metes. Pero te necesito. Estoy tan angustiada. Hace una semana que no se nada de él. Una semana que no he recibido ni un mensaje, ni una llamada.
Yo no he querido hacer la tonta. La que llama y siempre se encuentra con un “hoy no puedo” “ando liado”. De eso ya he tenido mucho en mi vida.
Sí ya se lo que significa. Pero no quiero aceptarlo. No quiero.
Todo se acabado. Cuando ni siquiera había empezado.
Un beso guapa.
Alice.
Pablomartin@hotmail.com para mariayyo@hotmail.es
No he recibido contestación a mi último mail. Seguro que andas por ahí, entre juerga y juerga y ni siquiera te acercas al computador.
Y yo aquí pasándolo mal. Estoy hecho un idiota. No se puede ser más tonto.
Llevo una semana sin pasarme por su trabajo. Una semana sin llamarla, sin saber nada de ella.
He mirado el celular cada cinco minutos. Miro el correo cinco veces en la mañana. Y nada nunca llega nada.
Tengo que olvidarla, ser su amigo, estar cerca me hace más daño. No soy capaz de mirar a mí alrededor. De ver más allá de ella.
Si le importara…un solo mail, unas palabras en un mensaje. Algo.
No estaría nada mal que me escribieras unas cuantas palabras de ánimo.
Cuídate.
Pablo.
Aliceground@hotmail.com para mariayyo@hotmail.com
Niña, estás empezando a preocuparme. A ver si voy a tener que ir a buscarte. No me coges el teléfono. No respondes a mis correos. No sé que te pasa. Pero haz alguna señal, aunque sea de humo.
María es que te necesito. Dos semanas. Dos semanas sin saber nada de él.
Pero se acabo. He puesto punto y final.
Esta noche salgo con las niñas a divertirme.
Que de peces…está lleno el río. O el mar. O lo que sea.
Pero claro peces tan guapos, tan encantadores, tan atentos, tan educados…tan…
Vale, de todas maneras. Busco.
Besos.
Alice
Pablomartin@hotmail.com para mariayyo@hotmail.es
Ni te imaginas María.
Me he encontrado a Alice en un bar. Estaba con mi sobrina y mis compañeros de trabajo, cuando la vi. Y parece que sale con un chico. Al menos tenía una actitud muy cariñosa con uno.
Se me ha partido el alma. He intentado disimular con Linda, mi sobrina, que venía con nosotros, pareciendo que yo tampoco he perdido el tiempo. Ha venido a saludarme y no ha estado ni cinco minutos.
Pero que poco he sido para ella.
Ni cinco minutos.
Ha vuelto con su chico y no paraba de abrazarlo.
Me he ido, Sandra no entendía nada y como casi la he sacado del bar a rastras luego tenido que contárselo.
Me siento falta.
Pero tengo que aceptar que he perdido.
Pablo.
Aliceground@hotmail.com para mariayyo@hotmail.es
Porqué viviré en una ciudad tan pequeña.
Me quiero morir.
Ni te imaginas, a quién me he encontrado esta noche en un bar. Y quien estaba en actitud muy cariñosa con una chica, que para más era preciosa. Se notaba tanta complicidad entre ellos…
Desde que lo vi supe que tenía algo con ella.
Cuando ella le pasó los brazos por el cuello casi me desmayo.
Ay, no he parado de llorar en toda la noche.
Me saludó, pero para qué. No supe que decirle. Estaba tan impresionada que sólo me salieron tonterías. Tú hermano me secó las lágrimas porque en el mismo bar me puse a llorar como una tonta. En el fondo me alegro que me viera como me abrazara, para que pensara que no es el único que tiene alguien. Pero cuando salió del bar con la chica del brazo… no pude más. Me volví a casa.
Yo, llorar yo. Por un hombre que a penas conozco y con el que no he tenido nada.
Ya no lloro más. Es que no pienso verlo en mi vida.
Ni aunque fuera el único hombre del mundo.
mariayyo@hotamail.es a Aliceground@hotmail.com,
Hola guapa,
He vuelto.
Ven a mi casa a cenar mañana por la noche y hablamos.
Ven sobre las nueve y media, coge las llaves, ya sabes donde las dejo siempre, y ve preparando la ensalada y poniendo la mesa. No hagas planes para después porque tenemos mucho de que hablar. Y ponte muy guapa, porque después nos vamos a una fiesta.
María.
mariayyo@hotamail.es a Pablomartin@hotmail.com
Hola guapo,
He vuelto.
Ven a mi casa a cenar mañana por la noche y hablamos.
Ven sobre las diez menos cuarto, pero ponte muy guapo, que vamos a ir una fiesta después.
Hasta mañana.
María.
Carta que había encima de la mesa.
“Las murallas que has creado para que no rompan tu jardín, no te deja ver el inmenso lago que la lluvia ha creado fuera. No te deja oír el canto de los pajarillos salvajes. El muro es tan alto, que nadie puede mirar en su interior. En tú interior. ”
María.
mariayyo@hotamail.es para los lectoresAlice y Pablo, no llegaron a comerse la cena…
Pero si desayunaron juntos…
Hoy, he tenido la suerte de conocer a mi siguiente cita a ciegas... esto es la historia de nunca acabar.
Pero me ha regalado dos frases que no tienen desperdicio.
La primera es que " Es docente y decente". Y la segunda...la he pegado en alguna parte que no encuentro pero decía algo así como " tengo una cabeza muy bien amueblá, lo que pasa que de vez en cuando cambio los muebles y hago mucho ruido".
Seba...es que tienes un arte... que no se puede aguantar.
Miedo me da el comentario que me vas a dejar.
Piensa que este blog también es apto para todos los públicos ¿vale corazón?
Bonito cuento, esta es una historia como la de la celestina. La gente solo cree lo que ve, pero no ve como creible la solucion mas facil. Que grandes las dos frases de ese tal Seba, tiene que ser muy apañao, jejeje. En lo que estoy en desacuerdo es en lo de la cita a ciegas, por que me da la intuicion (¿aqui va un "de"?)que ya le has visto el careto (jejeje). Un muaka
ResponderEliminarNO estoy de acuerdo eh... he visto una foto, donde se ve más a tu sobrino. Y ...tengo que estar muy ciega para querer conocer alguien como tú, que solo me va a meter en líos.
ResponderEliminarPero claro siempre le podemos echar la culpa a Tony de todo lo que pase, creeme que funciona.
Hasta...no lo voy a publicar hasta cuando, porque lo va a saber todo el mundo y lo nuestro es secretísimo.
Que bien que lo guardó.
ResponderEliminarNi se imagina la ilusión que nos hizo a todos en la casa, recordar esos días, inolvidables, cuando se perdía en el metro y llegaba a casa casi llorando. O cuando se desmayaba de tanto bailar salsa.
Tendriamos que repetirlo, al menos una vez al año. No estaría mal comer bien una vez al año.
Tengo que cortar porque todos quieres escribir y me pegan golpetazos en la cabeza.
Y es que mi sobrino no se parece a mi?? bueno a lo mejor algo mas guapo. Ademas eso de "tengo que estar muy ciega para querer conocer a alguien como tu..." suena mu mal eh?? Lo que si tendre que hacer es contactar con mariayyo@hotamail.es para poder hablar contigo porque no se te ve por ninguna parte. un muaka
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