domingo, 7 de marzo de 2010

Crema catalana y una preciosa historia de amor.


Muchas gracias a todos los que me escribís contándome historias y anécdotas para que las publique en el blog. He creado un fichero y las estoy ordenando por orden de llegada. Sabéis que podeís mandarlas a pandulcesyotraspalabras@hotmail.com.
La que hoy os dejo es una historia preciosa, que ya me habían contando en persona.
Carmen me ha escrito un correo, tan sólo con dos frases, una de un saludo y otra que dice ¿Y mi historia cuando?
Conocí a Carmen cuando estaba a punto de jubilarse en una biblioteca. Para nada parecía una persona mayor. Es alegre, dinámica y con una personalidad arrolladora.
Carmen se casó joven, a los 18, con un hombre bueno, de una familia amiga.
A los 23 años comienza esta historia, en el hueco de una escalera.
Trabajaba cosiendo para una señora adinerada, e iba a su casa casi todos los días para planchar y coser. Así ayudaba a su familia, que ya contaba con dos hijos.
Y un día lo vio allí en el hueco de la escalera. Era un hombre normal y corriente, pero sus miradas se cruzaron más de lo deseado.
A partir de ese día esperaba el momento para cruzárselo. Esperaba en la parte de abajo, escuchar los pasos para empezar a subir las escaleras. Como el hacía lo mismo arriba, esperar escuchar los de ella, había veces que ambos llegaban tarde al trabajo...
Una tarde, después de meses de encuentros, sin cruzar palabras, sus manos se rozaron. Fue la sensación más mágica de su vida. Aún pasado los años, Carmen la recuerda como si fuera ayer...
A los pocos meses, ambos se quedaron parados en el descansillo de la escalara. Estaba oscureciendo, y la luz se filtraba por los cristales gruesos. Se miraron y sin cruzar palabra, se besaron.
En esta parte de la historia, a mi amiga le brillaron los ojos. Sonreía con toda su alma. Y sentí una envidia infinita...
A partir de ese momento, vivieron para esos encuentros fortuitos. Durante unos instantes cada día.
Ella con su mejor peinado, pasaba horas remendando sus vestidos para tener un bonito aspecto.
Él, casado con una mujer enferma en cama, llevaba el mismo traje almidonado cada día.
Cuando alguna mancha lo ensuciaba, sufría lo indeseable, por no estar impecable para ella. Ahorraba para brillantina para el pelo, de su propio desayuno.
En alguna ocasión, Carmen incluso fue a trabajar muy enferma, por no perderse su encuentro.
Durante años, cada día de lunes a viernes, intercambiaron besos a escondidas. Nada más... Y durante años ese fue el motor de sus vidas...
Pero Carmen volvió a estar embarazada de su tercer hijo. Al principio, como no se notaba siguió con sus encuentros. Luego cuando el embarazo se hizo notable, decidió no volver a la misma hora. Para que él no la viera gorda y fea ( aunque yo estoy segura que seguía preciosa).
Esta decisión le duro un mes, me contó, entre risas. Un mes en el que no vivió. Al mes no pudo más y fue a buscarlo. Recuerda que las lágrimas de ambos se unieron difícilmente en sus mejillas, porque la barriga pronunciada de ella, no les permitía mucho más.
Carmen dejo de trabajar para esa señora. Y él le daba el dinero para que lo siguiera llevandolo a casa. Hice muchas preguntas, sobre esos encuentros. Y pude averiguar que solo duraban unos minutos, a veces ni eso, si algún vecino salía de su casa o entraba por el portal.
Ninguno de los dos sabía gran cosa de la vida del otro. Pero se amaban con una intensidad indescriptible.
En unos minutos intercambiaban besos, frases, sentimientos, amor.
Y les daba fuerza para seguir con sus vidas hasta los minutos siguientes.
Carmen quería a su marido. Muchísimo. Pero era algo distinto.
Le pregunté si alguna vez se le pasó por la cabeza dejarlo todo y huir con él.
Me contestó que no hubo día de su vida que no lo pensara cientos de veces. Pero luego volvía a su casa, a su hogar, con sus hijos, y se daba cuenta que no podría...
Esta historia se mantuvo más de 25 años, así día a día.
Hasta que él se fue a vivir a otra parte. Y , aunqúe el vino un par de veces, los encuentros no eran posible. Así que quedaron en verse una vez a la semana en un sitio apartado, lejos de la casa de ambos.
Es curioso, pero acabaron dentro de un portal. Supongo que por la costumbre y falta de intímidad de la calle.
Allí se vieron una vez a la semana, durante un rato, durante 15 años.
Las cifras son escalofríantes.
Unos días antes de que Carmen se jubilara, la ví diferente. Radiante, feliz. Guapa.
Le pregunté que le había pasado, que la encontraba preciosa y al día siguiente me invitó a un café. Evidentemente por mi insistencia, adivinando que en sus ojos se encondía una gran historia.
Cuando terminamos el café, ya me había contado la historia. Y le pedí a Carmen que me dijera donde era ese portal.
Quedamos para vernos al día siguiente e ir al sitio. Yo trabajaba de cuentacuentos en la biblioteca de Carmen, y sabía perfectamente que quería hacer con su historia. Fue su manera de darme permiso para contarla.
Estuvimos una hora y tres cuarto esperando en el portal a que alguien nos abriera la puerta. Pero yo no me iba de allí, sin ver el descansillo de la escalera, y sobre todo sin ver la cara de Carmen en ese contexto de su vida.
Creo que fue uno de los momentos mágicos que nunca olvidaré. La emoción que esa mujer sentía allí, no la puedo comparar con nada. Lloraba... y sentí una envidia terrible de no ser capaz de vivir una historia de amor como esa. Subí arriba y me explicó cuando subia ella y como reconocía el sonido de los pasos de él.
Carmen se quedó viuda a los 60 años. Y él unos meses antes de que yo entrara en su vida.
Carmen estaba feliz porque en uno de esos encuentros semanales, que se mantuvieron durante toda la vida, él le había pedido que "se fugara con él".
Si llevas toda la vida esperando ese momento, no puedo imaginar lo que tienes que sentir al escuchar esas palabras.
"Me temblaron las piernas, el corazón se me paró y pensé, ahora no puedo morirme"
Hace un par de meses me los encontré. Iban escondidos los dos en un paraguas. Ella vestida de desigual, con vestido precioso. Parecía una niña de 20 años. Él no era para nada como me lo había imaginado. Era un hombre apuesto, alto, y elegante. Que parecía mucho más joven. Tenía una sonrisa amplia y limpia. Ambos tenían magia. Les estuve hablando de mi blog y de mis proyectos y les dí mi correo para estar en contacto.
Cuando los vi alejarse, me quedé con lágrimas en los ojos. Porque soy una tonta, que se sigue emocionando con finales felices...


Crema Catalana
Ingredientes:

Ingredientes
- 750 g de leche
- 6 yemas de huevo
- 1 cucharada de maizena
- 200 g. de azúcar
- Una rama de canela
Azúcar para la superficie.

Con thermomix

Preparación
Hervir la leche y la canela 5 minutos a velocidad 1 temperatura varoma
Poner la mariposa en las cuchillas. Incorporar todos los ingredientes y programe 8 minutos, 90º, velocidad 1 y 1/2.
Una vez el tiempo terminado, girar 1 minuto más, aproximadamente, ya sin temperatura, para que la crema no se corte. Volcar elque rápidamente en cazuelitas individuales. Deje enfriar.
Antes de servir, espolvoree con bastante azúcar y queme la superficie con un soplete de cocina

Modo tradicional

Separar un poco leche y disolver la cucharada maicena.
Poner a hervir la leche con la rama de canela ( también vale de vainilla).
Cuando este hirviendo retirar la rama.
Echar todo los ingredientes y con mezclar bien.
Poner a fuego lento y no dejar de remover hasta que espese.
Verter en cazuelitas individuales, y ANTES de servir, echar un poco de azúcar y quemar con un soplete.

NOTA: Si lo desea puede poner también una rama de canela o una vaina de vainilla.

15 comentarios:

  1. Me encanta la crema catalana y está te ha salido de escandalo.

    Un saludo

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  2. Me encantan estas historias, me hace creer en tanto!!!! me hacen esperar con ansias una nueva vida!!!! Gracias Mariló por encender de nuevo un corazón apagado.

    Espero con muchas ganas tu mail contándome cada detalle de lo que tu y yo sabemos.

    Besos enormes

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  3. Pues Mariló, la crema catalana buena, pero la historia me ha gustado mucho más.
    Felicidades a esa pareja!
    Un beso.

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  4. Qué rica la cremita..ummm. Bueno, la historia es para hacer una peli con ella y pasarse todito el tiempo con el pañuelo en la mano!!! Qué cosas nos depara la vida!!
    un biquiño

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  5. Preciosa historia, empezada su lectura ansías llegar al final, me produce tristeza al leerla y al terminarla alegría y pensamientos sobre que rápido pasa el tiempo.
    Se ve muy rica la crema. Seguiré estas interesantes historias y como no.... tus deliciosas recetas.
    Biquiños y hasta la vuelta.

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  6. Preciosa la historia y la receta!! Para no olvidarlas.
    Un besiño.

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  7. Una crema muy tradicional práctica y deliciosa :), nunca la he echo pero una vez compré una canasta igual a esas en un supermercado sólo por curiosidad, Deliciosa de nuevo!!

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  8. mmmmmmmmm se lee riquisimo
    pero que historia estaaa como para cortarse las venas, que barbaridad me encanto la historia de carmen como para una telenovela .

    anny

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  9. Me hubiese gustado leer la historia mientras degustaba un platito de esta rica crema catalana. :) Las historias de algunas personas son como para escribir un libro o dos, jiji.
    besos,

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  10. Que historia mas bonita........yo como tambien soy una tonta,aquí estoy conteniendo las lágrimas!
    La crema, buenísima!

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  11. dios mio, nunca habia leido nada tan bonito, y mira que leo y leo y leo, con la historia hasta se me ha olvidado la receta que ponias, pero volveré. Sin duda que lo haré, y ya de paso si no te importa te has ganado un hueco en mi recien estrenado blog www.masqueplatos.blogspot.com

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  12. la historia me parecio preciosa casi de pelicula de oscar y la receta te la copiare para hacerla de una manera especial ya te dire como un saludo

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  13. La realidad muchas veces supera a la ficción! una historia preciosa!!!
    La crema catalana, qué decirte, riquísima!!!
    Besicos

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  14. Hacia tiempo que leo tu blog pero no me atrevia a escribir, gracias por tan lindas y fantasticas recetas, me gusto la histoia de carmen aunque no hay principes ni castillos ni hermosos parajes como en los cuentos de hadas me parecio una de las historias mas romanticas que haya leido me imagino si se hubiesen conocido estando solos... no puedo dejar de pensar que tambien me espera un amor asi algun dia....

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  15. Después de tanto tiempo... desde que la escribiste, hoy la leo yo. Qué historia tan tierna!! Me ha encantado... Y la crema catalana la probaré!!

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Muchas gracias por tu comentario.
Me encanta saber que estas al otro lado y que me lees...

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