lunes, 14 de abril de 2008

Rosquillas de Islacris








Hoy me ha pasado algo muy interesante.

Estoy en cama, porque estoy de baja. Sonó le movil y ... no me dió tiempo de coger la llamada porque me cuesta la vida levantarme de la cama.
No conocía el número...así que me volví a meter en la cama. Pero luego, me dió curiosidad por saber quien era. Y llamé.
No he podido sorprenderme más.
Ráúl. Ha vuelto.
Hace algunos años, caminaba por la calle con un vestido naranja. Era la primera vez que me lo ponía y era de un color tan llamativo que sentía como todo el mundo me miraba. A la altura de la estación de autobuses un chico, subamericano, posiblemente, me miró a los ojos. De estas miradas que impactan, que te dicen mucho.
Seguí caminando y a los pocos metros me paré. Y sentí que alguien se paraba detrás. Era el chico. Al volverme me sonrió y me dijo:
"No se que hago acá, puedo inventar cualquier excusa, preguntarte por una calle, o hacer el tonto como lo estoy haciendo" Yo me eche a reir.
Seguí caminando porque llegaba tarde al trabajo. Y el chico siguió a mi lado, mirandome con esa mirada que empezaba a inquietarme. Sin decir palabra. No me sentía asustada, su mirada era noble y su sonrisa agradable, pero incomoda sí.
Entonces le pedí que no me siguiera. Y el me dijo que de acuerdo, que le diera mi número de télefono.
Nunca he dado mi número de télefono a nadie desconocido. Y no tenía intención de darselo. Cuando me crucé con el hermano de una amiga. Y saludo a Raúl. Yo aproveché para salir del paso y adelantarme.
Al día siguiente Raúl me llamó por teléfono. No se como hizo,pero consiguió mi télefono por medio de este chico.
Raúl resultó ser un chico simpatiquisimo, con una educación exquisita y un respeto por lo humano asombroso. Nunca llegamos a quedar, porque yo tenía pareja y el lo respetó. Pero intercambiamos muchos correos durante algunos meses. Hasta que el se marchó al extranjero.
Y ayer volvió. Y en su llamada había un "quiero verte, se que ahora no tienes pareja".
Le he contado que no era buen momento porque estaba algo enferma y me ha contestado " he esperado tres años, no importa tres días más..."
La verdad es que la llamada de Raúl me ha sorprendido gratamente. Que sí que lo publicaré para que os entereís todos.



Esta receta es de Pepi, también conocida como Islacris. Es un encanto y me regaló esta receta un día que pedí una receta de rosquillas.
Desde entonces la hago muy a menudo. En casa me la piden como las rosquillas de Islacris. Muchas gracias preciosa.

Rosquillas abizcochadas

Ingredientes:

2 huevos
125 ml de leche
200 g de azúcar
75 ml de aceite de oliva virgen
500 g de harina ( la que admita)
4 cucharadas de aguardiente
la raspadura de ½ limón
2 papelillos de gaseosa
Una cucharada de levadura
Aceite de semilla para freír

Para el almíbar
500 ml de agua
100 g de azúcar
1 cucharadita de canela molida

Se baten los huevos, la leche, el azúcar, el aceite de oliva, el aguardiente y la raspadura de limón, se baten unos segundos en velocidad 5.
Se mezcla en un ból la harina, la gaseosa y la levadura, se añade al vaso mezclamos 10 seg. A vel.6, y 2 min. velocida espiga, se va mirando a través del bocal por si necesita más harina, que se despegue del vaso, ir añadiendo una cucharada, y si necesita otra, pero poco a poco, para tampoco pasarnos.
Quitar la masa del vaso hacer una bola con ella y dejarla reposar en un bol una hora, tapada.
Pasado este tiempo vamos haciendo bolitas con la masa, de 25-30 g, y el agujero lo hacemos desde dentro, metemos los dedos y hacia fuera, con cuidado de que no se rompa.
En una sartén o cacillo antiadherente ponemos el aceite de semilla para freír, el aceite debe estar ni muy caliente ni muy frío, para que se vayan haciendo por dentro, cuando estén doradas se sacan y se ponen sobre papel antiadherente.
Una vez todas fritas, preparamos el almíbar de esta forma:
Se mezclan el azúcar y la canela y se disuelven muy bien en el agua fría. Se pone la mezcla a calentar en un cazo grande y antes de que empiece a hervir, se apaga el fuego.
Se van sumergiendo las rosquillas unos instantes en el almíbar, como 2 segundos, se reservan en un plato hasta que estén todas pasadas por el almíbar, el almíbar debe estar caliente mientras se sumergen todas las rosquillas, si se enfría se vuelve a calentar.
Pasadas unas horas se pasan las rosquillas por azúcar y ya están listas para comer.
Son unas rosquillas como abizcochadas y se mantienen tiernas muchos días.

1 comentario:

  1. Uyyy ese raul, así quer ha esperado 3 años? qué mérito! jejje ya nos dirás!! ;)

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Muchas gracias por tu comentario.
Me encanta saber que estas al otro lado y que me lees...

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