El amor...la mejor receta... Fotillos del curso del 26 de noviembre y una historia de amor....impresionante

Desde que conté el otro día la historia de Amudena y Paco no he dejado de recibir correos con preciosas historias de amor. Creo que debería escribir preciosas con mayúsculas, algunas son verdaderos argumentos que superan a cualquier clásico romántico.
Voy a intentar subirlas una por una,  a ver que tal me sale.
Empiezo por una que me ha parecido...bueno juzgard vosotras mismas... si tuviera que ponerle un nombre la llamaría sin duda Destino....
Os dejo las fotos de otro curso espectacular, unos niños y unas niñas la mar de apañaos. Y aunque por cuestiones de listas de espera y mucha demanda, fuimos más de la cuenta... nos lo pasamos estupendamente...
Quiero darles las gracias a todos, porque derecharon simpatía, me hicieron pasar un día estupendo y eran tan buenos trabajando que casi me voy antes y los dejo solos ( pero necesitaba a Pablo para encontrar la camara sino...)

Carmen nació en un pueblo costero de Galicia. Tenía 54 años cuando un hecho le cambio la vida...
Salió  a pasear como cada mañana, a su perro Bermúdez (que gracia me ha hecho el nombre del pero). Y al cruzar la calle, un automóvil, no frenó a tiempo y les dio un golpe que la tumbo a cinco metros, pero afortunadamente no le hizo nada. El conductor inmediatamente le prestó ayuda, y cuando Carmen lo vio...fue amor a primera vista. No pudo articular palabra. Era Mario, de 52 años. Como todos estaban bien, y no había pasado nada, Carmen no quiso ir al hospital, aunque luego... acabó ingresada.

La siguiente parte de la historia me cuesta mucho transmitirla, porque no soy capaz de meter en mis palabras tanta angustia...
Carmen era una mujer maltratada. Su marido llegaba cada noche, sin faltar una, borracho a casa. Y cada noche sin faltar una, recibía con suerte, solo sus insultos,  por no haberle dado hijos, y por mil cosas más que era capaz de inventar... sino tenia tanta suerte, porque había perdido a las cartas, o alguien lo había enojado, la cosa acababa con un gran grupo de moratones repartidos por todo su cuerpo.

Alguien la vio aquel día, cuando Mario la levantó del suelo. Y el Marido de Carmen solo recibió una "infidelidad" que convirtió en la paliza más dura y cruel que había recibido hasta el momento.
Estuvo hospitalizada diez días. Aquí es cuando escribe mi indignación y yo me quedo parada. Porque no puedo entender como una persona te puede decir que te quiere y darte un guantazo. Y no puedo entender como se vive eso... sin morir de pena en el intento.

Salió del hospital y durante meses, Carmen pensó en Mario.
Un dia en una boda, Carmen se sienta al lado de una conocida, que le cuenta que el que le atropelló con el coche es un amigo suyo que vino a pasar unos días a su casa y que pregunta constantemente por su salud. Carmen siente inmediatamente que él también sintió lo mismo que ella aquel día...
A al año siguiente Carmen tiene que ir a la capital, a arreglar unos papeles del juzgado.
Y cuando va a una ventanilla a preguntar cual es el sitio adecuado.... se encuentra a Mario tras ella. Se puso blanca como la pared, pero como era el color habitual de sus encuentros con Mario, este la reconoció. Intercambiaron un par de palabras y ... Carmen se fue con el corazón latiendole a cien por hora.

Mario por su parte, se quedó tan perplejo que no supo reaccionar. Había soñado con esa mujer despierto y dormido. Desde que enviudó 13 años atrás no habia tenido ninguna relación y ninguna mujer había pegado a su puerta. En cuanto vio a Carmen... supo que era ella.
Pero cada uno siguió su vida...
A los pocos meses, Mario se armó de valor y fue de nuevo al pueblecito costero, a la zona donde vivía  Carmen, con más miedo que esperanza porque sabía que estaba casada. Pero no pudo evitarlo.
No tuvo suerte, y no fue hasta un año después cuando se volvieron a encontrar....de una forma...
Carmen fue otra vez al hospital. Esta vez la policia intervino y la salvó de lo posiblemente fuera su fin. Carmen recibe ayuda psicologica y se va a vivir con una hermana suya, a la capital unos días,hasta que decide que hacer con su vida.

La vida laboral se le presentaba dificil a su edad. Pero sabía que si regresaba con su marido, moriría.
No fue fácil. Empezó a buscar empleo. Y su hermana la acogió hasta que pudo compartir piso con otra señora en las mismas condiciones. Pronto consiguió dos casas más y algunos trabajo de costurera y aunque no tenía para grandes lujos, tenía algo que no había tenido desde los 19 años. Dormía sin miedo. Dormía tranquila.

Una de las chicas jovenes donde iba a limpiar, le comentó que su padre, necesitaba alguien que le echara una mano,porque aunque era muy autónomo, para las limpiezas a fondo no se apañaba. Carmen, aceptó enseguida y se presentó en la dirección que le dieron. Seguro que pensaís que iba a limpiar a la casa de Mario, pues no.  Seguid leyendo...

Esa casa resultó ser para Carmen un vuelco en su vida. Tenía un pequeño jardín, y ... era preciosa. Carmen se sentía tan agusto alli, que pasaba más tiempo del pactado con el dueño, que resultó ser un anciano encantador con el que tenía largas conversaciones. El hombre, un afamado psicologo, ayudó a que Carmen terminara de cicatrizar las heridas. Es curioso como la vida te va poniendo a las personas adecuadas en tu camino...
Este hombre, invita  a Carmen a una cena, y  le pide ayuda, para prepararla. Carmen acepta encantada, sin saber que esa noche cambiará su vida para siempre...
Cuando Carmen salió abrir la puerta y se encontró de frente con Mario no podía creerlo. Mario era el hermano del dueño de la casa. Era la tercera vez que el destino los ponía frente a frente. Y esta ves, tuvo el detalle de sentarlos en la misma mesa.  No se volvieron a separar. Asi de sencillo. Pasaron esa noche juntos, hablando en la chimenea. Y no han pasado ni una sola noche separados.

De eso hace ya 6 años. Y son la pareja más feliz del mundo.
Ahora viven en una casita con jardin que Carmen cuida con esmero. Y Mario cuida de Carmen, con el mismo esmero.
Tres veces se cruzaron... no podía ser de otra manera.
Hoy os voy a pedir una cosa. Los comentarios que tan amablemente me dejaís siempre,esta vez, me gustaría que fueran para ella....  una mujer muy valiente que se merece ser feliz. Les encantará leerlos, estoy segura...

Y si alguien que me lee esta pasando ahora mismo por algo parecido y ve la felicidad muy lejos, que piense que todos, todas, tenemos derecho a ser felices. Y a que veces esta felicidad depende de la palabra BASTA. Es la llave para alcanzarla...
Gracias....