Galletas decoradas con fondant; Ramos y corazones.

 Cuando hombre te encarga unas galletas para hacer un regalo especial, esta diciéndote mucho de él.
Por ejemplo que es detallista y que se esfuerza por que su pareja sea feliz.

 Estas galletitas viajaran lejos, pero ojalá que haya sabido meter en la receta un poquillo de cariño, y lleguen sanas y salvas, porque el ramo y el lazo, son delicados.

Aunque no tendría que preocuparme porque mi hermana Susana es única para hacer que todo llegue en buen estado.

Esta semana hemos tenido entrega de notas.

"Mami, ya verás como tengo buenas notas, que Mariló me lo ha dicho, que lo tengo todo suspenso seguro".

Seguro que dentro de unos años lo de los supensos no le hará tanta gracia a su mamá...

El mundo de las galletas es un mundo también muy gratificante. Y si te engachas, estás perdido. Ahora se dan de recuerdos en bodas y comuniones, y creo que de moda pasará a costumbre, como ha pasado en otros países.

Os dejo unas fotillos del último curso de galletas, para que veaís que bien se lo pasan algunos alumnos  ( y alumnas)

Uno no tenía ganas de trabajar. Quería leer un cuento. Yo, que amo la lectura por encima de todas las cosas ( si, de todassssss las cosas, incluido el fondant, porque vivir sin fondant podria pero...¿sin leer? mmm no), pues la linda criatura me dice:

"Sino me dejas leer te denuncio". Y yo le digo " Ah ¿Y denunciar que es? Que venga la policia y te lleve con el titi Chulo, y no puedes ir a la playa. Cuando intento negociar, me doy cuenta que va para abogado y que lo de la denuncia va en serio. Así que le dejo leer.....si he cedido, que le voy hacer... no he podido evitarlo ( no me apetecía dejar de ir a la playa)

 Aquí están realizando técnicas con glasa. El que prueba el fondant...la glasa...como que no. El fondant es mucho más limpio. Mas fácil y tiene otra ventaja. No humece la galleta como la glasa.

 Y aquí ya estamos decorando con fondant.

 Que trabajadoras son mis chicas.... pero no se les borra la sonrisa de boca...no se yo en este curso quien sería el culpable...

Es que en los cursos siempre hay un clima muy agradable y distentido. Es una manera diferente de pasar un sábado. Y un regalo original para alguien que le guste la repostería.
Un beso grande y los que estaís haciendo galletas para las comuniones...no desespereís, luego vienen las bodas y esas son más bonitas...