Curso intermedio de tartas, la bella durmiente.Diario de una profesora de decoración de tartas...

Me levanto a las seis y cuarto de la mañana.
Antes de levantarme de la cama me prometo a mi misma matar a mi hermana si me vuelve a sugerir hacer un curso un domingo.
De un salto me pongo a hacer la pasta de goma. Inmediatamente me arrepiento de no haberla hecho anoche.
Pero estaba tan cansada... Manos a la obra, toca transformación.
Siempre que me pongo a preparar algo...me tengo que poner un disfraz. Para que no caigan pelos ni pelusas.
Con el gorro de la ducha que me traje de un hotel de Alemania ( eso  no es robar eh, es para ti, te lo ponen allí pa que lo uses). Una bata blanca de cuando trabajaba en la guarde...y una bolsa blanca enorme que me hace sentirme con complejo de patata frita. La bolsa es para que no caiga ni una sola pelusa.
Un pajarillo se asoma por la ventana. Je, se da cuenta que estoy aquí todavía y me mira fijamente. Como estoy casi dormida, pienso que lo mismo viene y me come,  con esa pinta bien podía ser un merengue. Pero ni el pajarillo ha conocido en mí a una persona humana, se mete en mi casa como cualquier cosa. Me doy cuenta que fuera no hace un día muy apetecible y lo dejo que pase del salón al baño. Mientras le digo que es un mal educado me da un susto de muerte echando a volar por encima mía  (creo que de repente se dio cuenta que yo era humana y por tanto un peligro).
Termino la pasta de goma en un periquete. Y empieza a mejorar el día cuando me acuerdo que me he traído para desayunar una trenza de hojaldre y chocolate que nos regaló ayer Guillermina, una de las alumnas más guapas y elegantes que he tenido. Que manera de maquillarse ( es maquilladora profesional, para bodas y esas cosas..) y que bien le sienta. Yo me echo colorete y parece que me han dado dos cachetadas.
La trenza está requetebuena. Impresionante las manos de esta mujer. Porque nos dejo una corona de bizcocho la tarde anterior de naranja, que estaba riquísima. Mientras miro como empieza a chispear, me pregunto como voy adelgazar. Es imposible.
Mi vecina del bloque de enfrente que ha llegado de fiesta se asoma a la ventana y casi se sale para mirarme.
No sabe si esta borracha o a Mariló la ha ingerido un aliens blanco. Me doy cuenta que voy vestida todavía de laboratorio criminalistico y la saludo con la mano. Ella me devuelve el saludo tapándose la boca con la otra de pura risa. Yo muy digna sigo con mi tarea, de ingerir mi trozo de trenza de chocolate...
Nada más levantarme metí la nata en la nevera, para montarla en el curso. Y pongo en la puerta un cojín para no olvidarla.
De repente me acuerdo que no he hecho las copias de los moldes para hacer los cabeceros.
Donde habré guardado la regla... Ni un solo boli. Creo que en mi casa definitivamente hay duendes. Unos duendes que deben de escribir la biblia al menos una vez al día, porque no es normal la cantidad de bolis que desaparecen en mi casa.
Hago seis copias y me alegro de tener un curso de veteranas. Me faltan una  copia, pero da igual, luego las hago en la tienda.
Me acuerdo de que tengo que echar también la maicena y otra más que no alcanzo recordar... que era, que era... ah yaaaaa los rotuladores.
Me da tiempo a contestar unos cuantos correos. Se me pasa el tiempo volando...
Me ducho corriendo, ya voy tarde como siempre.
Cuando ya estoy en el garage me doy cuenta que no llevo los recipientes para montar la nata.
Subeeeee corriendo. Y cuando ya he sacado el coche me vuelvo a dar cuenta que he olvidado el paraguas, el chaquetón y lo más importante;  la nata.
Como puede una persona poner un cojín para que no se le olvide dejarsela. La nata esta congelada ¡¡ohhhhh posible problema¡¡
Busco el cojín y lo veo en el sofá. Ni cuenta me había dado. Tengo que dejar de comer chocolate. Lo mismo eso lo que afecta al despiste crónico que tengo.
Ni un dulce más en todo el día. Me prometo a mi  misma cuando voy camino de la tienda con Manuel que canta para mí tan temprano. NO lo dejo descansar ni en domingo. El pobre, si supiera cuantas veces lo pongo... ( me refiero a Manuel Carrasco claro está).
Me deje casi el curso preparado. Solo me queda poner los paños y  prepara las herramientas. Estoy muy relajadas porque se de ante mano que va a ser un curso fántastico.
Llega Dinora la primera, haciéndome, la puñetera, tirar de un plumazo toda mis buenas intenciones. Trae unas bollos de harina de arroz, que sin duda en unos minutos tirarán la promesa a donde yo sé.
Dinora es ya una amiga del alma, ha hecho ya tantos cursos conmigo que he perdido la cuenta.
Es una chica Venezolana, con una familia encantadora. Es cliente y alumna, amiga y entrañable. Su hijo tiene una relación muy especial con mi hermana Susana. Creo que se quieren. Aunque mi hermana se equivocó y en el face publicó en el muro Que guapo eres y en vez de poner el nombre del hijo puso el nombre del pradre, es decir, Bruno. El marido de Dinora. No ha llegado a divorcio, Dinora no ha tenido tanta suerte ( jajaja). Queremos también mucho a Bruno. Y le deseamos la mejor de sus suertes en su operación¡¡¡

Luego llego María Jesús. Ya había hecho un curso con nosotras antes. María Jesús siempre tienen palabras y comentarios agradables para todo el mundo. Es cordial y educada, y siempre está atenta a lo que pasa en la casita. Ella no lo sabe, pero tiene un gran potencial y llegará muy lejos, porque realmente le gusta y disfruta con lo que hace.
Le ha salido una bella durmiente preciosa. Si por ella fuera...nos llevaría a Granada, para no hacer tantos kilómetros la pobre¡¡

Es raro el curso que no hay un profesional del sector. En este curso ( y en otros, porque no es el primero que hace con nosotras) ha sido Mar.
Mar es profesora de cocina. Trabaja con adolescentes y gente desempleada. Es jovial, alegre y muy simpática. Se apunta a absolutamente todo. Y disfruta de lo lindo con las pequeñas cosas.
Tiene esa humildad que a hace de las personas sencillas unas personas cercanas y agradables al trato.
También le tenemos que agradecer, como a María Jesús los kilómetros que hace para venir a hacer un curso con nosotras.
Hace los cursos amenos y entrenidos. Te agradecemos que nos hayas mandado todas estas fotillos. Y por lo que se ve, tu cámara es mucho mejor que la mía, porque en este caso he sido yo la fotógrafa y mira el resultado. Muchooooo mejor.

Mari Luz es una chica que bien podría pasar por una niña. Encantadora es la palabra que mejor la define.
Llegó un día a mi vida, casi antes de verla. Leyó de mi historia en una revista y vino a conocerme. Desde entonces la siento cercana, y el tiempo que lleva en mi vida no es proporcional a los sentimientos que nos unen. Nos miramos y entendemos perfectamente lo que está pensando.  Tiene mucho talento y estaremos muy muy cerca para ver cada uno de sus triunfos.

Eva es, del todo el grupo, a quien menos conozco.
Es una chica muy lista y que hace estos cursos simplemente por placer. Se podría dedicar perfectamente a esto, porque todo le sale estupendo.
Es alegre y divertida. Además de integrarse perfectamente en cualquier grupo. Se adapta a la perfección , y trabaja rápido. Sus trabajo siempre están bien terminados.

Montse hizo el curso del nivel 1 el sábado pasado. Y antes de salir por la puerta ya había hecho la reserva de este. El fondant le ha atrapado.
Montse  es estilosa en todossssss los ámbitos de su vida.  Tiene estilo para vestir, para llevar un peinado moderno que le sienta genial y que si me lo pusiera yo...vamos...no quiero ni decir lo que parecería yo...
Y eso se ve reflejado en sus trabajos. Siempre marca la diferencia con algún pequeño detalle.
 Una chica que también será una inquilina permanente de nuestra casa, sin duda. Es como una niña pequeña que disfruta con un trozo de pasta de modelar. Y esa frescura es la que la hace especial.
Es un placer tenerla en un curso, porque le da un toque alegre y divertido.

Mariló es una más de la casita. Tierna y sensible, dedica su vida enteramente a los demás. Puedes contar con ella para lo que quieras. Y siempre siempre, está ahí, con sus palabras amables, sus palabras de animo y sus caricias. A veces, cuando estoy cansada y charlamos, sus palabras de ánimo y cariño son un bálsamo. Su afán por proteger a los demás la hace una de las personas más bondadosas con las que me he tropezado en mi camino. La cuidamos y mimamos con esmero,  simplemente porque se lo merece.

Sonia ha preferido no salir en las fotos, pero no por ello se va a librar. Es una chica que en un principio nos dio la impresión de ser seria y distante. Pero nada más lejos de la realidad. Es su carácter tímido el que te puede hacer caer en el error.
Poco a poco hemos ido descubriendo a una chica dulce, educada y muy muy amable. Dispuesta a compartir, con una capacidad de dar, que se va escapando a trozos por los rinconcillos que su timidez le deja. Se que Sonia y yo empezamos aquí una amistad, que se mantendrá durante mucho tiempo. Además de la aficción por el fondant, nos unen una serie de valores  que nunca están explicitos, pero que se transparentan y se hacen visibles para nosotras, y que ambas valoramos.
Sonia sabe respetar el espacio del otro, cosa que yo aprecio mucho en esta vida.

No penseís que todas las personas que vienen a mis cursos son tan encatadoras como estas chicas.
Algunas hasta se llevan mis texturadoras...en sus bolsos¡¡¡
Pero en general,  son chicas y chicos  muy majos, y lo mejor es que raramente se van. Se quedan como inquilinos. Por lo que esta casa va creciendo poquito a poco...y ya somos muchos¡¡¡

El 27 de marzo, nos vamos todo a comer una paella al campo.
Todos nuestros amigos, clientes y alumnos (generalemente es un lote tres en uno) están invitados.  Todavía no hemos decidido donde lo vamos hacer, pero si que tenemos claro quien lo va hacer.
El paellero oficial será José Antonio Villalba, famoso en el mundo entero de su casa por hacer unas paellas estupendas.
Y de panadera oficial hemos nombrado a Pepi (islacris para los amigos).
En los postres no habrá ningún problema, eso seguro¡¡

Además de Guille de Almería esta semana hemos recibido otra visita muy especial.

El sábado vino a nuestro curso de iniciación Jessica.

Jessica es de Yecla, Murcia. Que se le puede decir a una persona que recorre tantos kilómetros para hacer un curso contigo. Si es que no hay palabras para agradecérselo. Y si además te trae esas obleas tan buenas, que no sabía que existía pero que ahora...echaré de menos eternamente¡¡¡

Jessica se hace querer...nos dio una pena que se fuera...

Me escribió chispa más o menos quinientos correos pa hacer el curso conmigo. Y no ponía yo en la web el curso que ella quería. Y venga correo, y venga a preguntarme si voy a hacer un curso ese día. Y la chiquilla no descansó hasta que se lo pusimos en la web. ¡Cuanto la hice sufrir¡

 Es curioso como este trabajo me esta dando mucho más de lo que yo ofrezco.

Estoy conociendo personas valiosas que entran a mi casa siendo desconocidos...y cuando salen, algo se une, algo se crea, que salen siendo amigos...


¿O no son bellas por dentro y por fuera?