Bizcocho de Madeira.

Este bizcocho es muy famoso entre las diseñadoras de pasteles.

Es un bizcocho de corteza dura que se puede tornear y aguanta muy bien el fondant.

A mi personalmente no me gusta. Bueno, no es que no me guste...es que no me parece que sea un bizcocho para tarta. Me parece un buen bizcocho para comer un trozo con un vaso de leche, ponerle un relleno de nata o una crema de chocolate. Pero es demasiado pesado para una tarta.

Hago una distinción entre un bizcocho relleno y una tarta. Quizás sea una connotación mía y de nadie más.

El bizcocho para una tarta, a mí me gusta suave y esponjoso. Si sale denso, pues me parece un bizcocho relleno, pero no una tarta fina...

De todas maneras para los que empezaís es un buen reclamo, porque para tornear es fántastico y su elaboración es muy fáci.

Os doy los trucos para llegar a él, de manera sencilla.

Necesitamos:

Os pongo una foto de la parte de abajo para que os hagaís una idea de como es la miga de densa..eso sí el sabor es muy rico.



Necesitamos para un bizcocho pequeño ( luego vemos como se hacen las cantidades mayores).

3 huevos medianos a temperatura ambiente
175 de mantequilla de buena calidad a temperatura ambiente
175 gramos de azúcar glass ( es la que mejor resultado me da a mí)
Una cuchara de esencia de vainilla ( o ralladura de limón o naranja)
250 gramos de harina con levadura
2 cucharadas de leche (para gusto lo mejora mucho)

Ahora vamos a hacerlo.
Batimos la mantequilla con azúcar hasta que sea una pasta homogéna.
Vamos añadiendo uno a uno los huevos.
Le echamos la esencia y la leche. Movemos muy bien.
Y echamos la harina poco a poco.
Tiene que quedar muy bien integrado.
Es un bizcocho para hacerlo con batidor eléctrico.

Ahora lo vamos a meter en el horno.
Nadie parece ponerse de acuerdo en cuanto tiempo.
Yo lo pongo a 160 grados una hora.
Hay quien lo tiene hora y media. Pero a mi tan cocido no me gusta ( con una hora ya sale muy cocido).

Esta semana he dado un curso donde no me he podido reír más. Fueron cinco horas riendo sin parar.
Y es que me tocaron en suerte cuatro alumnas ( que vinieron las cuatro a la vez en el mismo taller) que nos hicieron pasar una tarde...ay Dios mío que mujeres más peligrosas¡¡¡
¡¡¡No podía parar de reír¡¡¡

Quiero aclarar que las saco a ellas, a las cuatro, porque me lo pidieron. Nunca he puesto ni voy a poner fotos de mis cursos y alumnos. Sobre todo porque respeto a la intimidad de cada uno.

Solo pongo las fotos de ellas, porque les hacía ilusión verlas en mi blog

¡¡¡¡¡¡¡¡¡Pero es que pudieron reír y trabajar¡¡¡¡¡¡¡ Porque eso sí las chicas trabajaron duro...
En el centro de la foto Mercedes, qAue tiene siempre una sonrisa en los labios, y es... tremenda¡¡¡¡¡¡
En los extremos Sonia, la embaucadora y arrastró a las otras tres... y Pilar, que aunque parecía la más concentrada....también tenía una clase de arte¡¡¡

No me puedo creer que haya cogido a Mercedes sin reírse en una foto ¡¡¡¡¡Noooooooo¡¡¡¡¡¡

Debió de ser el único momento del taller.

¿Se puede venir a un taller con más elegancia y glamour?

Si es que encima la chica es simpática, guapa y con gracia...



Y Yesi, que aunque es muy jovencita ya negocia con sus propias tartas. Es una niña divertidísima que no paró...
Desde luego que me hacía falta una tarde de risas como la de hoy eh... me tenía que limpiar las lágrimas...

Y lo peor han amenazado seriamente con hacer el siguiente...pobres compañeros¡¡¡

Muchas gracias a las cuatro por ser tan simpátiquisimas y hacer de que mi trabajo sea mucho más: pura diversión. Con gente como vosotras me siento una privilegiada.