Cupcake gatito y cupcake Rosas

Vaya semanita que llevo.
No he descansado ni un solo minuto.
He dado clases todos los días por la mañana y he tenido cursos todas las tardes.
Cursos muy divertidos.
Hemos hecho un zapato y un bolso en el nivel tres, y los cupcakes de este mes, de los cuales os pongo dos fotillos.
Han salido cosas muy originales, sobre todo una que es totalmente diferente.
Y es que cuando un hombre viene a clase...la cosa cambia.
No suelen hacer muchas flores, ni muchas mariposas.
Creo que la imagen de la tarta de Alejandro, a quien me encantó conocer habla por si sola.
Me he dado cuenta que algo tiene que tener el fondant, que solo gusta a gente muy especial.
Todos mis alumnos son gente encantadora, creativa y "original". Jamás imaginé que iba a conocer a tantas personas e iba a hacer tantos amigos en los cursos.
No sabéis lo que me entra por el cuerpo cuando me escribe alguien de otra provincia y me dice que quiere venir a hacer un curso conmigo.
Le suelo indicar una "Designer Cake" de su ciudad, pero aún así algunas veces optan por coger un vuelo rápido y barato y venir a verme.
Y la responsabilidad es mucha, porque ufffff, con todo el desplazamiento...
Afortunadamente todos se van muy contentos. Y lo noto no porque me lo dicen, sino porque vuelven a hacer los siguientes niveles. Lo que es un halago para mí..

Esta semana he tenido la suerte de conocer a Marta de Barcelona y Sara de Córdoba.
Dos chicas que por casualidad comparten profesión y que estuvieron encantadas de conocerse. Creo que sin pretenderlo, he puesto la maceta para una floreciente amistad.
Os voy a contar lo que pasó en ese curso, porque es divertido y ellas me han dado el permiso para contarlo. Y sino llego a estar yo delante, no me lo creo.
Entre bolita y bolita de fondant, se habla, claro.
( A partir de aquí son fotos de los trabajos de los alumnos).

Hablando del velo marroquí, si era adecuado llevarlo o no, Marta nombra Ceuta y su padre, que hizo la mili allí y los recuerdos que el padre tenía.
Sara dice que su padre también hizo la mili allí y que también le contaba cosas curiosas .
Las dos cuentas que comían unos caramelos que parecían de cristal de un sabor que las tres recordamos con simpatía.
En otro momento de la tarde, se habla de la edad, y se hace referencia a la edad de los padres.
Y resulta que los padres de Sara y Marta, tienen la misma edad.
Pues, sí, se conocían... y ¡¡¡les ha dado una alegría encontrarse¡¡¡¡¡¡
Yo estaba mirándolas y casi que no me lo creía.
Porque inmediatamente, Marta llamó a su padre, y esté llamó al otro padre, y menuda sorpresa le dio.
Yo parecía estar viendo una película jajaja.
Me dejaron los cupcakes, plantaos jajaja. Casi una hora por atar cabos y ponerlos en contacto.


Pero definitivamente mereció la pena.
Ahora es cuando tengo que escribir eso del...el mundo es un pañuelo.
Yo lo he experimentado varias veces en mi vida.
La primera fue en Italia, en un McDonald


Una chica le dice a otra "uy como se parece esa italiana a ........" Y escucho mi apellido. Me vuelvo y les digo que no soy italiana que soy española.
Y ellas me dicen que me parezco a su entrenador de balón mano, que no era otro que mi primo. Curioso, porque entre otras cosas no nos parecemos en absolutamente en nada. O eso creía yo...


Otra vez, estabamos en un hotel una amiga y yo.
Y cuando salíamos vimos entrar a el novio de otra amiga nuestra. Pero no iba precisamente con nuestra amiga. Esto gana interes cuando ocurre en Mérida y nosotras somos de Málaga.
Fue una odisea perseguirle jaja y divertido sorprederlo "infraganti", porque el novio no nos convencía a ninguna de las tres.

Y evidentemente él le confesó la verdad. No le quedó otra.
Seguro que me mandáis muchas historias divertidas de encuentros y desencuentros que luego iré publicando.

Todas la fotos que véis son de algunos cursos de esta semana, no de todos, solo los que me habeís dado vuestro consentimiento.
Patri y Neida...pasadme las vuestras anda...
Sara y Marta, con la emoción ni les hice fotos a las vuestras jajaja.

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Pero el ejemplo más reciente es un reencuentro que voy a tener en estos días.
Mi hermana, toda una experta en internet, foros y páginas varias, se tropezó con un chico malagueño, y le sonaba la cara.
Cuando recordó quien era, se calló y nos preparó una encerrona.
A los 17 años ( ufff que lejos queda eso), yo era muy feliz con mi moto nueva. Todo el día moto pa arriba y moto pa abajo.
Y un día un chico de mi misma edad, decidió adelantarme por la derecha, y que limpiara con mi brazo y pierna toda la carretera.
Evidentemente fue sin querer, pero me dió uno de los mayores sustos de mi vida. Porque me levanté, pero luego tal como me levanté, al verme llena de sangre, me mareé y me caí. Y fue peor el porrazo que la caída de la moto.
Durante mucho tiempo lo odié por el arañazo de la moto, pero no fue nada.
Como éramos del mismo barrio, tropezabamos a menudo. Y teníamos una relación de esas de no te hablo y me voy por que estás tú. Además recíproca.
Ahora, después de tantos años, a los dos nos parece divertido y en cuanto yo vuelva a ser persona, me voy a tomar un cafelillo con él. Y por supuesto le pediré una daños y ...no se que es lo otro pero también se lo voy a pedir.
Evidentemente, Juan, al café pagas tú.

Muchas gracias a todos por soportarme, por leerme y por darme la oportunidad de enseñar, una de las cosas que más me gusta en el mundo.
Besos desde Málaga

¡¡¡¡¡CURSOS DE DECORACIÓN DE TARTAS CON FONDANT EN MÁLAGA TODAS LAS SEMANAS¡¡¡¡