domingo, 4 de octubre de 2009
Magdalenas de naranja y chocolate
Tengo que empezar diciendo que estas famosas magdalenas que he visto en todos los blogs, no han cubierto mis expectativas.
Al llevar media naranja triturada, su consitencia no es tan suave como otra receta que tengo, que hice esta misma mañana. Y además son demasiado dulces.
Pero unos amigos, que juegan al padel, me dieron la oportunidad de experimetar con esta nueva receta a la que le tenía ganas.
Es curioso como en la vida te vas cruzando con personas y como al conocerlas tu vida cambia.
Estos cuatro chicos, cambiaron, por llamarlo de alguna manera, mi vida. Por un cúmulo de coincidencias que os cuento ahora mismo.
Mi vecino, juega con tres amigos al padel. Son gente muy sencilla y agradable, de la que queda poca. Además están unidos por lazos familiares, porque son primos, y padre e hijo. A mi me encanta verlos jugar desde mi ventana.
Me gusta ver como Pablo se enfada cuando pierde. O como Pepe, deja encajar los golpes de su hijo con una sonrisa. Como Paco calla cuando Pablo siempre le quita la pelota y como Bejamín da golpes al aire con su raqueta cuando la cosa no sale bien.
Los cuatro son muy simpaticos y sobre todo sencillos. A mí que cada día me abruma más la falta de ésta, me encanta participar, desde la altura que da mi balcón de sus sábados y domingos por la tarde.
Una mañana, Benjamín vino a alquilar la pista de padel, porque su primo, que es el que vive en mi urbanización, estaba de viaje. Pero no fue posible,porque para jugar tiene que haber alguien de la urbanización.
Así que para que pudieran jugar, me ofrecí a jugar con ellos. Yo que no lo doy ni a la de tres...me arrepentí enseguida, pero ya estaba hecho...
La verdad es que me trataron muy bien, me le echaron hasta despacito.
Después del partido de dos horas, y de haber cogido la bici cuatro por la mañana, estaba muerta. Pero había quedado en ir a un concierto, precisamente al pueblo de mis cuatro amigos.
Mi amiga Mónica y yo no coindimos a menudo, asi que no quería anular la cita. Como me encontraba muy cansada, y Mónica le encanta bailar...le pedí que llamaramos a alguien más, por si yo me pasaba toda la noche sentada que no estuviera sola (nos íbamos a un concierto en una feria).
Y llamamos a Pablo y Amín.
Justo cuando aparcamos... nosotras íbamos delante, y ellos un poco más atrasados.
De repente sentí risas a mi espalda y un fuerte tirón en mi vestido.
Cuatro chicos me rodearon y empezaron a tirarme tirones. Tirones que dejaron en menos de un minutos mi vestido hecho añicos.
Pablo y Amín salieron a defendernos, pero eran cuatro, y la verdad a Mónica y a mi se nos quedaron las piernas pegadas y se nos fue la Voz. No me perdonaré nunca el no haberme tirado al cuello de esos cretinos.
Como resultado acabaron los dos en el hospital, con lesiones graves.
No tengo palabras para agradecerles su ayuda...
Yo cogí el coche...y empecé a pitar. Los chicos se fueron.
Eran chicos normales y corrientes. No eran del pueblo. Su acento no era como el de mis amigos, un acento muy parecido al cordobés.
Si no hubiese encontrado a Benjamín...sino me hubiesen invitado a jugar a padel, no hubiese estado cansada. No habría llamado a mis amigos.
Y esos "sujetos" hubiesen hecho todo lo que soltaban por la boca. No estaría viva creedme.
He preparado esta bandejita y se la he bajado a mis chicos.
Se la merecen ¿No pensaís lo mismo?
Paco...quito la foto ahora mismo ehhhhhhhh.
Ingredientes:
1/2 naranja de zumo con piel
- 4 huevos
- 200 gr de azucar
- 200 gr de aceite de girasol
- 220 gr de harina de reposteria
- 1 sobre de levadura royal quimica
- 1 pellizco de sal
- azucar para espolvorear.
- Crema de chocolate (yo he puesto crema pastelera, pero Benjamín me dijo que sabía a nocilla)
Elaboración:
Poner en el vaso la media naranja, (yo puse una medianita) los huevos y azucar. Programe 3 minutos, 37º, vel 5
Cuando acabe el tiempo programado, vover a programar 3 minutos, vel 5, sin temperatura.
Echar el aceite en el vaso y mezcler 3 segundos vel 5.
Agregar la harina, levadura y sal. Programe 8 segundos, vel 6.
Reposar 30 minutos en el frigorifico.
Con el horno a 250 meter y bajar a 220 grados 15 minutos hasta que estén doraditas.
Como siempre es un placer leerte, y la recta ya ni te cuento... buenisimas seguro!
ResponderEliminarUn beso
Verdaderamente riquisimas!!!
ResponderEliminarUn beso
Tus amigos se merecen las magdalenas y mas... vaya aventura, tuviste que pasar mucho miedo.
ResponderEliminarLas magdalenas tienen una pinta espectacular.
besitos.
Una preguntita que se me ha olvidado antes:
ResponderEliminar¿el chocolate cuando lo echas? lo inyectas cuando están echas?.
besitos.
qué dificil encontrar la receta de magdalenas perfecta.
ResponderEliminarestas para desayunar, qué ricas!
bs!
Ma Petite Boulangerie
La piel se me eriza con tu historia... no me sorprende que te rodees de gente tan buena, pareces atraerlo ;)
ResponderEliminarConcuerdo con que es difícil encontrar la receta de magdalenas perfecta, pero muchas veces es cuestión de experimentar, a mí las de naranja me encantan.
vaya pinta mas buena tienen!!! dan ganas de morder la pantalla del ordenador!!!!!
ResponderEliminarque rico!!!
besitos!
Guau! Si dan ganas de quitarte alguna.
ResponderEliminarSe ven realmente buenas!
Un beso.
pues la pinta es deliciosa desde luego....
ResponderEliminary yo como cuanto más dulce mejor...
me parece que la voy a copiar, porque la pinta es estupenda
besotes
Desgraciados! malditos! Ojalá que paguen por lo que hicieron. Ay perdón pero me indigna lo que te pasó, me subleva! No te culpes. Dios quiera que tus amigos estén bien.
ResponderEliminarEn cuanto a tus magdalenas ricas para endulzar el mal rato. Felicidades! Dios te bendiga y te cuide y proteja a tus amigos.
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarQuise decir Vi tu receta en PETIT CHEF!
ResponderEliminarSALUDOTES! UN ABRAZO!